La separación entre Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa sigue mostrando algunos aspectos de la pareja que no funcionaban bien. Tras la confirmación por parte de la ex esposa de Julio Iglesias de la ruptura, salieron a la luz algunos detalles de la convivencia. El escritor abandonó la casa de Puerta de Hierro para instalarse en su departamento en la Puerta del Sol.
Uno de los motivos que mencionaron allegadas a la pareja afirman que los celos fueron el desencadenante del final de la relación. Después de ocho años que comenzaron el romance, Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa decidieron tomar caminos por separados. No era la primera vez que la pareja tenía una crisis y últimamente se habían acrecentado las discusiones.
Al igual que su madre, Tamara Falcó también tuvo un año complicado en lo sentimental. La hija de Isabel Preysler se separó de su novio Iñigo Onieva con el cual tenía planeado casarse. Esta vez fue Isabel Preysler quien tomó la decisión de no seguir más la relación con Mario Vargas Llosa después de que algunas actitudes que no le gustaban del escritor se volvieron a repetir.
La postura de los hijos de Mario Vargas Llosa
Mario Vargas Llosa tiene tres hijos con su anterior pareja cuyos nombres son Álvaro, Morgan y Gonzalo. Según aseguran desde el entorno, esta decisión fue la mejor noticia. La relación con Isabel Preysler no era la mejor y podrán visitar a su padre sin necesidad de soportar la presencia de la filipina. Luego de empezar la relación con Isabel, hubo una mayor distancia entre padre e hijos.
Los hijos de Mario Vargas Llosa culpan a Isabel Preysler de ser la responsable de la separación de su madre con el escritor. La relación entre el escrito y la socialité empezó como una infidelidad a su pareja anterior. Ahora que se confirmó la ruptura, los hijos están más satisfechos de poder ver más seguido a su padre.