Que Qatar no es un país muy futbolero no es novedad, pero que ya se encuentren desarmando algunos estadios confirma el hecho de que todo este mundial fue tan solo un negocio pasajero. Todo esto demuestra que no había ningún tipo de intención de reforzar este deporte en el medio oriente y que la elección de Qatar como país anfitrión se guió más por lo económico que por lo deportivo
Recordemos que en el partido inaugural sucedió algo inédito que dejó a todo el mundo con la boca abierta, y esto fue el hecho de que todo el segundo tiempo del primer partido entre Qatar y Ecuador se jugó casi sin público porque los locales se marcharon en el medio tiempo por ir perdiendo 2 a 0.
Ahora bien, debido al hecho de que hubo una de las inversiones más grandes en la historia de los mundiales es que se construyeron los estadios más lujosos de la región, pero estos eran únicamente para este evento y prueba de ello es el Estadio 974 el cual fue construido 974 containers y luego del partido entre Brasil y Corea este comenzó a ser desarmado. El plan es utilizar ese material para construir otro estadio en África o en Uruguay en caso de que se conviertan en nuevas sedes.
Todos los demás estados también verán reducida su capacidad luego de finalizadas sus funciones para el mundial. El increíble Lusail Iconic será el único que desaparezca completamente a pesar de ser el estadio con más capacidad siendo capaz de recibir a 80 mil personas
Disminuirán el también icónico estadio de Al Janoub, otra obra de arte diseñada por la malograda arquitecta iraquí Zaha Hadid. En su caso, tras el Japón - Croacia verá reducida su capacidad de 40.000 a 20.000 espectadores y será la casa del Al-Wakrah Sport Club. En total, Qatar ha prometido donar 170.000 asientos después de la gran final.