La princesa Charlène de Monaco de 44 años ha vuelto luego de pasar 4 meses en una clínica europea a Francia a terminar su proceso de recuperación, sola, sin su esposo ni sus hijos mellizos. No se sabe cuánto tiempo la princesa se tomará para recuperarse, pero por lo pronto ella quiere alejarse de todo lo mediático.
La princesa Charlène de Mónaco, que prefiere seguir recuperando sus fuerzas lejos del ruido, ha preferido instalarse por su cuenta en Roc Agel, la residencia de verano de los Grimaldi. Un palacete situado en la ciudad de Peille, en una montaña entre la frontera de Mónaco y Francia, y con unas vistas inmejorables sobre el Principado.
Su esposo el príncipe Alberto II ha pedido a la prensa que tengan un poco más de paciencia y que cesen con las especulaciones que hay entorno a la familia real. Lo raro es que la princesa de Mónaco no ha vuelto a su hogar, el Palacio Grimaldi, para estar con su esposo y sus hijos mellizos Jacques y Gabriella, de siete años.
Por ahora, será ahí donde la princesa Charlène de Mónaco se seguirá recuperando de su "fatiga crónica", como le diagnosticaron recientemente. "Tan pronto como esté lo suficientemente fuerte de salud, la princesa espera volver otra vez a pasar tiempo y a socializar con los monegascos", explicó en su momento su marido.
El lugar donde se encuentra Charlène de Mónaco es una finca provenzal de cuyo lugar se enamoraron totalmente el príncipe Rainiero III y Grace Kelly, mandándola construir en 1957, un año después de su boda. Hace 7 años atrás fue reformada para modernizarla y arreglar los desperfectos por el paso del tiempo.