Que Pablo Motos es un genio entrevistando no es ninguna novedad. La calidad de los invitados que llegan a El Hormiguero y la manera en que realiza sus entrevistas se encuentra poco en la televisión mundial. Las mejores personalidades del mundo pasan por su hormiguero y en cada una de sus entrevistas vibramos al máximo con su buen rollo y el gran ambiente que logra con las grandes celebridades.
En este caso ha sido la mega estrella canadiense Michael Bublé quien se sentó a mantener una más que amena charla con Pablo Motos y junto lograron momentos que lograron quitarle una lágrima a todo el público. Es que Pablo tiene esa manera única de sacar lo más profundo de los entrevistados y el cantante no fue la excepción.
Sabemos que Michael Bublé ya había formado parte del programa y conoce bien de que va por lo que se lo notaba muy cómodo. Con las personalidades de habla inglesa existe un pequeño inconveniente y es que las entrevistas tienen un pequeño delay por el hecho de que Pablo Motosno habla el idioma y requiere de un traductor.
El primer momento fue cuando Michael Bublé contó que sería padre por 4 vez lo cual despertó la emoción de toda la audiencia. Pablo Motos lo felicito con sinceridad y cariño y aprovecharon para contar cómo le contaron a sus hijos. Al parecer en navidad el cantante y su mujer, la argentina Luciana Lopilato, se aproximaron y le contaron la noticia. Lo cómico fue que a uno de sus hijos, Isaias, no le agrado la noticia y el niño remató la historia preguntando a sus padres: “¿Por qué no me habéis invitado cuando tú y mami os enamorasteis y habéis hecho el bebé?” Lo que arrancó una gran risotada por toda la sala.
Y el segundo momento emocionante llegó de la mano de la recuperación del hijo de Michael Bublé que como es sabido ha superado un complicado cáncer y ya lleva limpio por 5 años. Pablo Motos simplemente lo comentó y eso bastó para que Michael Buble llegase al borde de las lágrimas. A continuación simplemente se fundieron en un abrazo y el cantante agradeció todo el apoyo del público. Momentazo que solo genera la magia de la televisión.