Tom Hanks está en el podio de los mejores actores de la historia del cine Hollywoodense. De la mano de actuaciones estelares como “Forrest Gump” y “Náufrago” supo construir una de las carreras más importantes del cine norteamericano y es el día de hoy que es el líder de la academia para la elección de los premios Oscar. Por cierto, él mismo es ganador de dos premios Oscar como mejor actor protagónico.
Tom Hanks ha hecho todo tipo de personajes que han trascendido la pantalla y el mundo los ha amado. Jamás ha intentado realizar papeles sencillos y todos los premios que tiene en su historia es por lo osado que siempre ha sido al momento de escoger su papel protagónico. Ha interpretado el duro papel de un Náufrago, un capitán de barco que es secuestrado por piratas, un capitán de guerra que debe rescatar a un soldado en medio de una guerra, entre miles de interpretaciones más. Todos estos papeles sencillamente podrían volver a ser interpretados por el actor y no le representaría ningún problema.
Pero hubo una actuación que en los tiempos que corren no podría volver a realizar y esa es la que le valió su primer Oscar en 1993 por su protagónico en el film Philadelphia. Allí Tom Hanks interpreta a un joven abogado homosexual que es despedido del bufet en el que trabaja por haber contraído la compleja enfermedad de VIH.
Consultado por la prensa sobre su opinión si en estos tiempos que corren podría volver a interpretar a un personaje gay, Tom Hanks ha sido contundente. “No, y con toda la razón" la justificación a una respuesta tan controvertida ha sido más que convincente.
"Una de las razones por las que la gente no le tenía miedo a esa película era que yo estaba interpretando a un hombre gay. Estamos más allá de eso ahora y no creo que la gente aceptase la falta de autenticidad de un hombre heterosexual interpretando a un hombre gay" afirmó convencido Tom Hanks.