Cristina Pedroche ya es una embajadora de nuestra televisión. Sin dudas es un alma libre que no le teme a nada y todos los días nos sorprende de una manera original con sus increíbles ocurrencias. Totalmente desinhibida y sin ningún tipo de complejos al mostrar su cuerpo nos ha enseñado que la vida hay que vivirla como uno quiere porque sencillamente es una sola.
Lleva adelante una relación sentimental con el que fue considerado el mejor chef del mundo, David Muñoz, con el que tienen una relación genuina y despojada de los convencionalismos marcados por la sociedad.
Tal es así que entre ellos usan como medicamentos para curarse un congestionamiento, nada más y nada menos que el sexo: "Si estoy congestionada y tengo una buena relación sexual pues se te queda todo limpio y despejado" confesó Cristina Pedroche en El Hormiguero.
Yendo a un plano más espiritual y místico Cristina Pedroche habló de sus creencias en la energía y cómo vive la vida a través de ellos: "No soy maniática, ni supersticiosa... o eso creía hasta que pasan tonterías que me hacen recapacitar" y comentó algo que le sucedió antes de ir al programa. Pensaba ponerse un collar nuevo que le regaló su madre pero finalmente no lo hizo: "Yo no sé qué energía trae así que no me lo podía poner para venir a 'El Hormiguero 3.0'"
Una de las cosas que más ha dejado claro el desparpajo con el que vive la vida Cristina Pedroche ha sido el ingreso al programa por el que optó. Ingresó con un sensual albornoz el cual se fue quitando mientras bailaba al ritmo de Valdi y reconoció que no era un albornoz cualquiera, era uno de los que utilizó para las famosas campanadas. “Nadie entra en este plató como tú” la elogió Pablo Motos al ver tamaño show creado por la presentadora.