El día a día en nuestro trabajo y en nuestra rutina puede ser muy cansador y agobiante. El hecho de tener que realizar una misma función con las mismas tareas puede resultar poco retador, y en algún punto terminará por cansarnos y nos hará relegar nuestro nivel de productividad.
No es sencillo mantenernos bien productivos y a tope de nuestras posibilidades a la hora de trabajar o de desarrollar cualquier actividad. Ser productivo no significa solo poder producir para nuestro trabajo sino que también es inherente a otras facetas de nuestra vida como es lo sociable, la familia, amigos, nuevos emprendimientos y todo tipo de actividades que desarrollemos a lo largo de nuestro día. Ser productivo tiene que ver más con un estilo de vida que con cualquier otra cosa.
Normalmente consideramos que el día no nos alcanza para realizar todo lo que deseamos o necesitamos. Las horas no son suficientes y la realidad es que no queremos vivir para trabajar y no poder hacer otras cosas. Por regla general tenemos unas cuantas horas por día para poder hacer lo queramos. La manera en que invirtamos ese “tiempo libre” será clave para la famosa regla de las 5 horas que al parecer tan bien ha funcionado a estos dos magnates.
Un día completo se distribuye en varias actividades que nos irán quitando tiempo. De vigilia en promedio una persona tiene 16 horas donde podrá desarrollar actividades, las otras horas duerme. Luego está el tiempo dedicado al trabajo, por lo que en promedio nos quedan 9 horas para hacer lo que queramos, pero no es tan así porque después quedan las tareas para administrar la vida como compras, mandados, trámites personales, etc. Esto nos deja unas pocas horas de verdad para hacer lo que queramos
La regla de las 5 horas indica que debemos tomar alguna de esas 5 horas de ocio para aprender , reflexionar y pensar algo nuevo y así hacer más productivo nuestro día y nuestro cerebro. Así te mantendrás activo y productivo en los momentos en el que el resto pierde el tiempo con el móvil.