Luis Miguel y su hija Michelle Salas nunca han tenido una relación sencilla. Tras muchos idas y vueltas nunca se pudo saber a ciencia cierta si la relación ha terminado de sanar o si continúan distanciados, lo que sí es seguro es que la bella mujer supo lograr una gran carrera en la moda independientemente de su vínculo con uno de los cantantes más famosos del mundo.
Michelle Salas fue criada por su madre y su abuela ya que el cantante no la reconoció como hija legítima hasta el año 2008. En dicho año su nombre se catapultó hacia la fama tras saberse el enorme vínculo con el popular cantante y comenzó una batalla por mantener su nombre e imagen fuera de todo ese mundo de paparazzis y escándalos.
Michelle Salas se centró en su carrera y en el mundo de la moda que es lo que a ella realmente le interesaba. Dueña de un enorme gusto por el diseño y las pasarelas, a los 18 años comenzó a estudiar en la prestigiosa escuela de arte y diseño Parsons de la ciudad de Nueva York. Su gran talento le permitió trabajar con firmas como Carolina Herrera, Tommy Hilfiger y Dolce y Gabbana. Todo ello la transformó en un referente de la moda.
Producto de su increíble belleza Michelle Salas también comenzó a modelar y a transitar por las mejores pasarelas del mundo. En la actualidad su instagram cuenta con más de 1.8 millones de seguidores y se ha transformado en un referente del modelaje. Su belleza es comparable con la de las mejores modelos del mundo. Lógicamente tiene unos genes más que envidiables al ser la hija de uno de los galanes más importantes de América.
En la actualidad Michelle Salas se mantiene completamente esquiva a hablar sobre la relación con su padre lo que da a entender que no es de lo más fluida. En sus redes sociales no hay rastro del cantante y simplemente se limita a enseñar su vida personal y sus trabajo. Solo el tiempo dirá como es en realidad esta relación tan compleja.