House of the Dragon es, sin duda alguna, la serie del año junto a El Señor de los Anillos: los anillos del poder. La precuela de Game of Thrones tiene millones de espectadores por semana y no ha tenido problemas en sorprenderlos e incluso en hacerlos reacfionar en contra de algunas escenas, igual que lo hizo su predecesora.
Como todos podían esperar, ya sea a través de los libros o despu??s de haber visto Game Of Thrones, era un hecho que House of the Dragon no iba a tener problemas a la hora de introducir violencia y sexo en la serie, pero ni los más fanáticos creyeron que habría escenas que les harían girar la cabeza o taparse los ojos. Y así fue.
Desde el primer capítulo, House of the Dragon dio un indicio de lo que mostraría y no se anduvo con pequeñeces. Fue a la hora de mostrar un parto, una cesárea sin anestesia a la reina con el único fin de que el Rey tuviera su ansiado hijo varón. Finalmente, ella muere y el bebé vive solamente unos minutos. Pero la escena provocó que muchas mujeres se mostraran sorprendidas y asqueadas en las redes sociales.
La segunda apuesta de House of the Dragon se dio con el cuarto capítulo y he destacar que en este caso, al menos una de ellas era esperable. En el libro de George R. R. Martin en el que se basa la serie (Canción de hielo y fuego) se cuenta que la princesa Rhaenyra pierde su virginidad en una relación incestuosa con su tío Daemon. En realidad es una de las dos versiones que se narran en el libro, la otra es que tuvieron practicas sexuales pero no fue con él justamente que llegó a perderla. La serie tomó justamente la idea que entre ellos ocurrió algo. Pero hay que tener en cuenta que siempre se dejó en claro que los Targaryen tuvieron este tipo de relaciones para conservar su linaje y de allí vino parte de su locura.
Pero no fue la única escena del cuarto capítulo de House of the Dragon que impactó a varios de sus espectadores. Al final se ve como el Rey manda un té "para evitar futuras consecuencias" a Rhaenyra. Una especie de pastilla del día después en la vida real. Si bien, en los libros esto no sucede así, fue una libertad que se tomó la serie, con aprobación del escritor, que no a todos puede gustar.