Cuando nos enamoramos todo nos parece color de rosas y la otra persona es completamente perfecta. Es muy difícil encontrarle un defecto y todo lo que dice y hace nos parece una muestra de amor y es creemos que es lo perfecto para nosotros. Llega un punto en el que elevamos a esa persona a la máxima expresión y el respeto y cariño que le tenemos hace que no cuestionemos ninguna de sus actitudes independientemente de que nos puedan llegar a enfadar.
Con el paso del tiempo este tipo de malas actitudes las podemos percibir pero no las decimos y es allí cuando la relación que era tan idílica y de amor pasa a ser algo tóxico y que no nos hace para nada bien. Es importante alzar la voz y decirle a nuestra pareja las cosas que no nos gustan para sentirnos cómodos en todo momento para tener un amor sano y lejos de esas actitudes que nos hacen sentir mal.
Es por ello que te damos algunos ejemplos de lo que pueden llegar a ser actitudes tóxicas en una pareja en la cual creemos que solo hay amor verdadero. Por ejemplo, en una relación tóxica, uno de los dos o ambos estarán siempre cargando con la culpa de los problemas al otro, incluso por los más insignificantes. Si tu pareja te hace cargar con la culpa sin motivo, es señal de que la relación se está volviendo tóxica, este tipo de comportamiento puede provocar resentimiento y hacer que la historia no avance.
"Si tu nueva pareja quiere estar contigo todo el tiempo y cuando no estáis juntos no para de llamarte o mandarte mensajes constantemente, cuidado", asegura Donna Andersen, psicóloga y experta en relaciones. No confundas el amor con la dependencia emocional extrema.
Por último, si crees que no existe ya el respeto entre vosotros, por un exceso de conflictos, llegó la hora de dejarlo atrás. No se puede arreglar algo que ya está roto