La grandiosa historia del emperador Napoleón Bonaparte ha sido inmortalizada en la pantalla grande por Ridley Scott, quien, con Joaquin Phoenix como protagonista, ha recreado la vida del líder francés. Sin embargo, más allá de la película, la dinastía Bonaparte ha dejado una marca indeleble en la historia, con sus descendientes desempeñando roles significativos hasta nuestros días.
El renacer de los Bonapartistas
Los Bonapartistas, liderados por el príncipe Jean-Christophe, han mantenido viva la llama del sueño monárquico que Napoleón encendió hace dos siglos. Aunque la realidad francesa se inclina hacia la república, la Casa Imperial persiste en su aspiración al trono, compitiendo con las casas de Orleans y Borbón por un lugar en la historia y, tal vez, en el gobierno francés.
Jean-Christophe: Empresario y Príncipe imperial
Jean-Christophe, actual príncipe de Napoleón, combina su rol de hombre de negocios en Londres con la herencia imperial que le dejó su abuelo, el príncipe Louis Napoleón. Su abuelo, un hombre de tradiciones conservadoras, legó el título imperial a Jean-Christophe cuando este tenía solo 11 años. Ahora, como príncipe imperial, busca preservar la memoria y el legado de su familia.
Carlos Napoleón, el padre de Jean-Christophe, fue un personaje divergente en la familia Bonaparte. Abrazando los principios republicanos tras los movimientos de mayo del 68, distanciándose de las creencias conservadoras de su padre, Carlos vivió una vida marcada por el matrimonio, el divorcio y una segunda unión. Siempre considerado un verso libre, Carlos es, a sus 65 años, un destacado economista y político.
La última incorporación a la familia ha sido la del príncipe Louis Charles Riprand Victor Jerôme Marie Napoleón, hijo de Jean-Christophe y Olympia. La genealogía del bebé entronca con las principales casas reales europeas y pertenece a estirpes de emperadores, no solo la de Napoleón, sino también la de Carlos I, el último emperador de Austria y bisabuelo de su madre. Además, la condesa Olympia, hija de la archiduquesa austriaca Maria-Beatrix de Habsburgo y del Conde Riprand von Arco-Zinneberg, es también descendiente de los Reyes Católicos de España y de Juana I de Castilla, apodada ‘la loca’.