El Museo del Prado inaugura este martes 7 de noviembre la exposición “Reversos”, una asombrosa mirada al anverso de renombrados cuadros. Un emocionante viaje para descubrir otros motivos pictóricos de famosos artistas, que durante siglos quedaron ocultos. “Es un recorrido por el subterráneo del museo del Prado, que en realidad supone una revaluación de numerosas obras de arte”, según apuntó el curador de la muestra, Miguel Ángel Blanco.
La exposición estará abierta hasta el 3 de marzo de 2024 y es una oportunidad única para saber lo que se reservaban para sí mismos los propios artistas.
El curador de esta exposición, Miguel Ángel Blanco, propone un paseo con la máxima libertad “para relacionarse espacialmente con las obras expuestas, sin jerarquía, ni ordenación cronológica, dando también entrada a artistas contemporáneos”.
Tras un largo proceso de investigación y gracias a la colaboración de otras grandes pinacotecas, el museo del Prado nos muestra la cara oculta que hay detrás de obras tan famosas como “Las Meninas” (Diego Velázquez 1656) por citar un ejemplo. El reverso de este celebérrimo cuadro tiene 6340 hilos de lino que contiene su lienzo, una pequeña pieza metálica de la década de 1920 hecha por la familia Cano y distintas manchas oleosas que traspasaron el lienzo durante el proceso de pintura, lo que indica que esa parte que representa a la familia del rey Felipe IV, fue repintada.
Los reversos de los cuadros de la exposición nos abren las puertas de una dimensión oculta, que durante siglos se guardó con celo. Pintores como Francisco de Goya, Vincent Van Gogh o Rembrandt van Rijn se autorretrataron en secreto.
En otras obras aparecen pinturas que no tienen nada que ver con el anverso, que es lo que se muestra al público. “Reversos” nos traslada a una experiencia contemplativa distinta y nos proporciona datos tan interesantes como apuntes notariales por la herencia de una determinada obra, etiquetas, sellos, inventarios, notas de incautaciones de obras, y hasta un acuchillamiento hecho por el propio artista (Lucio Fontana italo-argentino fallecido en 1968) para abrir una grieta al espacio tenebroso detrás de uno de sus cuadros.Otras obras contienen en su reverso testimonios de amistad entre artistas, aunque también críticas, alguna incluso corrosiva contra un pintor tan consagrado como Goya.
Para el director del museo del Prado, Miguel Falomir. “Como sucede con la luna, la cara oculta de una pintura encierra una realidad ignota y a esa fascinante realidad está dedicada esta exposición”.