Era la viva imagen de la felicidad. Su rostro lo decía todo. Sonriente, como nos ha tenido acostumbrada, pletórica, abandonando el luto por el fallecimiento de su hijo Aless Lequio y con su nieta en brazos. Así llegó la polifacética actriz Ana García Obregón a la Parroquia Nuestra Señora de La Moraleja en Alconbendas, Madrid exultante de felicidad sin poder contener la emoción del momento. Era un día muy especial, agridulce y con los sentimientos a flor de piel. Su hijo Aless estaba muy presente en todos y cada uno de los detalles del bautizo que fueron cuidados hasta el último detalle.
La pequeña, a punto de cumplir nueve meses, que se mostró muy tranquila, lució el mismo traje de cristianar que su padre, el desaparecido Aless Lequio, cuando tenía tres meses de vida, hace casi treinta años. Ejercieron como padrinos de Ana Sandra, Celia Vega-Penichet García, prima de Aless Lequio a la que estaba muy unida, y Giaccomo Ugarelli, el mejor amigo del joven Lequio.
El pasado domingo fue un día inolvidable para la actriz quien estuvo rodeada de su familia y amigos más íntimos. Para la ocasión la presentadora optó por un conjunto en rosa Barbie, abandonando de esta manera el luto que mantenía tras el fallecimiento de su único hijo y que la sumió en una profunda tristeza. Muy elegante, favorecida y acertada para la ocasión, la artista madrileña eligió un look de inspiración de los años 50 que le daba un aire royal. La chaqueta de tweed ajustada a la cintura que combinó con una falda midi plisada con mucho vuelo. Completó su outfit con unos salones clásicos de tacón grueso en el mismo color. Como adorno en el pelo optó por una diadema de tweed a juego con la chaqueta.
Ana Sandra, una niña muy querida se mostró muy tranquila a la llegada quien en los brazos de su la actriz posó ante las cámaras de los reporteros gráficos. La niña, que nació por gestación subrogada le ha devuelto a Ana Obregón las ganas de vivir tras el fallecimiento de su hijo. La llegada de la pequeña ha sido un auténtico resurgir para la artista que había perdido totalmente las ganas de vivir. “Es hija de Aless y cuando crezca le contaré que su padre fue un héroe”, dijo a la revista ¡Hola! cuando posó en exclusiva para la edición junto a su hija legal.
Para este emotivo día Ana Obregón y la pequeña Ana estuvieron rodeados por el cariño de sus más allegados, su familia y sus íntimos amigos. Sus hermanos, Celia, Amalia, Javier y Juan Antonio, sus sobrinos, su representante, Susana Uribarri que lo hizo acompañada por su hija Carlota y su gran amigo y relaciones públicas Raúl Castillo a quien cariñosamente llaman ‘Ra’ y que ha sido un gran apoyo para la actriz en los peores momentos de su vida. Tras la partida de Aless Lequio Raúl Castillo no se separó de su gran amiga y se convirtió en su fiel apoyo y el hombro en quien refugiarse en los difíciles días que vivió la protagonista de ‘Ana y los siete’ tras la ausencia de su hijo.
A la salida de la Iglesia todos coincidieron en asegurar que había sido un día muy especial y emotivo. “Aless ha estado muy presente. La peque se ha portado muy bien y sólo ha llorado un poquito al final cuando le derramaban las aguas bautismales. El acto ha sido maravilloso, alegre, muy bonito, precioso, además Ana ha leído los textos que tenía preparados”.
Los hermanos de la actriz, Javier y Juancho declararon a los reporteros que su hermana “estaba feliz, encantada y nosotros también. Por fin van a ser unas Navidades con un poco de alegría”, manifestaron.
El único ausente en el bautizo de Ana Sandra fue Alesandro Lequio, a quien no se le esperaba y ha sido tajante y rotundo con respecto a este asunto. El padre de Aless Lequio que aún no conoce a la pequeña Ana Sandra no ha querido hacer declaraciones a los periodistas a la salida de su puesto de trabajo. “No tengo absolutamente nada que decir”, manifestó acerca del bautizo de su nieta.
En el programa ‘Vamos a ver’, donde el aristócrata colabora ha sido rotundo con respecto a este tema: Yo, con todos mis respetos al programa y a la madre de mi hijo nunca he dicho nada y no diré nada que tenga que ver con mi hijo” Al ser preguntado por el presentador Joaquín Prat si había sido invitado al bautizo, el conde italiano respondió: “Sí, sí, por supuesto, claro me invitaron y no contesté. Fue simplemente no contestar, no va con segundas y no va conmigo nada de todo esto”, zanjó el colaborador.