Cualquier podría decir que las mujeres que participan en el concurso de Miss Universo y que a su vez consiguen ganarlo, deben ser mujeres completamente felices y llenas de alegría por su increíble belleza, es decir, son personas que lo tienen todo. Participar de un evento de belleza de ese calibre requiere de mucha belleza pero también de mucho carisma por lo que se entiende que son mujeres plenas y felices.
Este no fue el caso de la modelo Amparo Muñoz quien en el año 1974 se alzó con el título de la mujer más bella del mundo al ganar el concurso de belleza más importante de todos, el de Miss Universo. Por aquellos tiempos ella también era una actriz famosa por lo que ya contaba con el reconocimiento de todo el mundo. Lo que sí no se esperaba es que fuera la primera y la única MIss Universo española en toda la historia de la humanidad.
Nacida en Vélez-Málaga (Málaga) en 1953, hija de un obrero y una ama de casa, María Amparo Muñoz Quesada soñaba con ser secretaria, pero el destino de chica de provincias anodina no era su final prefijado.. Pero en julio de 1974 la vida de Amparo cambió para siempre. Fue coronada en la capital filipina de Manila como la mujer más bella del mundo.
El problema fue que al poco tiempo de todas estas alegrías la presión pudo con ella y a partir de allí su vida fue marcada lamentablemente por el exceso de drogas y cuestiones auto destructivas que lamentablemente la llevaron a una vida de sinsabores. Muchos productores acusaban a la actriz de falta de seriedad y de ser conflictiva en el trabajo y su carrera comenzó a ir a pique.
Falleció el 27 de febrero de 2011, el mismo dio que se entregaban los premios Oscar. Los galardones más importantes de una industria, la del cine, que, a pesar de vender una imagen de solidaridad, fue cruel con uno de los rostros más bellos que jamás se asomara a las pantallas españolas.