Todo el mundo recuerda al ingenioso y tierno niño de la niñera que capítulo a capítulo nos sacaba una sonrisa con sus ocurrencias. Ese pequeño travieso se llamaba Benjamin Salisbury y junto a todo el elenco de La Niñera supo ser uno de los éxitos más grandes a nivel mundial al punto en que decenas de países replicaron su formato para lograr el mismo resultado que la aclamada comedia de los Estados Unidos.
Benjamin Salisbury sin duda alguna destacaba en dicha serie y a su corta edad ya prometía que sería un comediante de primer nivel por el resto de su vida. El niño contaba con una habilidad innata para hacer reír al público sin mencionar su carisma y belleza. El futuro era más que brillante para el joven Benjamin, pero su pasión y sus planes eran otros.
Pero el mismo actor decidió que la fama y los flashes no eran lo suyo. Al parecer él ya sabía que lo suyo sería una vida más anónima y sin el brillo que suele dar la fama. Es una realidad que gran parte de los niños que comienzan su carrera de tan pequeños no suelen terminar de la mejor manera ya que la fama por tanto tiempo no es para todos y suelen tomar rumbos que no son los mejores decantando en historias con finales poco felices.
En la actualidad el hombre es un discreto periodista que prefiere mantener su identidad en el anonimato y todos los eventos importantes de su vida como su casamiento y el nacimiento de sus niños pasaron completamente desapercibidos por parte de la prensa del corazón.
Si uno ve una imagen del hombre no quedan ni rastros de aquel simpático y guapo niño. Hoy en día es un calvo hombre promedio muy lejos de la fama y los medios que le generó La Niñera.