Tamara Falcó no para de tener disgustos con su boda ya que el jueves pasado sustrajeron un maletín con varias joyas que estaban destinadas para la celebración de su matrimonio con Íñigo Onieva. Está todo preparado para el 8 de julio en la finca familiar de El Rincón, pero este hecho alarmó ya que una de las piezas podía ser la tiara familia que iba llevar la hija de Isabel Preysler.
Entre las piezas sustraídas se encontraban collares, pendientes, brazaletes y pulseras con un valor que supera los 2 millones de euros según afirmó el periodista Nacho Abad en el programa ‘El Debate’. Pero desde el círculo íntimo de Tamara Falcó aseguraron que la tiara no estaba entre los robado en un golpe de película. Algunos de los elementos serían usados por algunos invitados.
La joyería Páramo Vintage salió aclarar el atraco y negó que las piezas robadas estaban destinadas para Tamara Falcó. “Esperamos que con esto se deje de especular sobre el tema y que los medios que se han hecho eco rectifiquen la información”, aseguraron desde el negocio de joyas. El muestrario de piezas sustraídas tenía como objetivo ofrecérselas a la familia de Íñigo Onieva y no tenían nada que ver con la hija de Isabel Preysler.
El atraco que alarmó a Tamara Falcó
El atraco sucedió el jueves por la noche cuando los joyeros volvían desde Madrid a Valladolid donde se encuentra la casa central de la joyería. La tiara que utilizará Tamara Falcó es una herencia familiar que ya lució su cuñada Amparo Corsini cuando contrajo matrimonio con Manuel Falcó. Esta pieza está a salvo en una caja fuerte de la marquesa de Griñón.
Mientras que Tamara Falcó regresó de Nueva York y realizó su última prueba de vestido. Se mostró preocupada por el robo de la joyería, pero se tranquilizó cuando le informaron que la tiara familiar no estaba dentro del muestrario de joyas. La boda será uno de los eventos más esperados en España que reunirá a más de 200 invitados