Hace 55 años, la vida de Julio Iglesias dio un giro inesperado para siempre. En aquel entonces, se encontraba estudiando leyes y disfrutando de su pasión por el fútbol como parte del equipo juvenil de Real Madrid. Pero un accidente “frustró todas mis ilusiones” en un instante. Aunque en ese momento parecía el fin de sus sueños, ese accidente resultó ser un punto de inflexión que “unió mi alma y mi mente”, desencadenando una aventura que aún continúa.
El cantante no quiso pasar por alto uno de sus momentos más gratificantes que le dio la profesión y recordó ese instante que cambió su carrera. Dejó atrás sus intenciones de ser futbolista profesional para darle paso al interprete que todos conocemos. Desde hace un largo tiempo no concede entrevistas y su único medio para conocer novedades es su cuenta de Instragram.
Ese accidente lo dejó postrado en la cama por varios días y ahí apareció una guitarra para hacer sus primeros contactos con la música. En su proceso de recuperación comenzó otro sueño que terminó en el Festival de Benidorm en 1968. Allí Julio Iglesias dio sus primeros pasos a una gran carrera con múltiples discos vendidos y premios.
La canción que lo llevó a la fama
“Saqué fuerzas que no tenía con la música que me daba una guitarra y escribí estos pequeños versos sin saber dónde iban a terminar o dónde iban a empezar y terminaron en el Festival de Benidorm de 1968”, comentó Julio Iglesias. En esa competencia de canto, el madridista obtuvo el primer lugar y se ganó el derecho de representar a España en el prestigioso certamen de Eurovisión en 1970.
La canción que presentó en ese festival y lo catapultó a la fama fue ‘La vida sigue igual’ que luego se transformó en uno de los clásicos de su repertorio. “Esta canción la escribí pensando en lo que sentía en aquellos momentos después de mi operación”, dijo el cantante. “Se cumplen 55 años que cambiaron mi vida para siempre, gracias a todas vosotras y a todos vosotros por darme tanta fuerza para vivir”, agregó.