Llegó a Netflix la serie “El cuerpo en llamas”, a pesar de que Peral quiso impedirlo desde la cárcel. Rosa solicitó la paralización del estreno alegando que pueden vulnerar su derecho al honor. La petición fue atendida el viernes por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y rechazada por falta de competencia la medidas cautelares solicitadas por Peral.
Esta serie que protagoniza Úrsula Corberó la acompañarán en el reparto Quim Gutiérrez (Albert), José Manuel Poga (Pedro), Isak Ferriz, Eva Llorach, Raúl Prieto y Júlia Truyol. Además, el mismo día del arribo de “El cuerpo en llamas” también llegará a la plataforma el documental “Las cintas de Rosa Peral”, en donde la culpable del delito da su versión de los hechos desde la cárcel.
Según la sinopsis oficial que propone Netflix, el documental expondrá “desde un nuevo ángulo los hechos del crimen de la Guardia Urbana que tuvieron lugar en 2017”. Mostrará por primera vez el testimonio de Peral tras el asesinato y material inédito de su archivo personal de videos y fotos, además de entrevistas con su entorno más cercano, el fiscal, los abogados del caso y los principales periodistas que cubrieron el suceso.
La historia de “El cuerpo en Llamas”
El hallazgo del cuerpo carbonizado del agente Pedro Rodríguez el 4 de mayo de 2017 dio comienzo a la investigación del Crimen de la Guardia Urbana, caso cuyo desarrollo llegará a Netflix a través de la serie El cuerpo en llamas, con Úrsula Corberó, y del documental Las cintas de Rosa Peral.
La historia real que va a protagonizar Úrsula Corberó tiene tres protagonistas, todos ex agentes de la Guardia Urbana de Barcelona: Rosa Peral, de 36 al momento del crimen, Rodríguez (38) y Albert López (39). Pedro era la pareja de Rosa; Albert, la dupla laboral, ex y actual amante de Rosa. Sus vidas se vieron revueltas durante los años y meses previos al descubrimiento del cuerpo de Pedro hasta que los caminos de este triángulo humano convergieron en una noche fatal.
Lo que veras en Netflix es a un Rubén, el padre de sus dos pequeñas hijas, mantenía una disputa constante por la tenencia de las niñas; con Óscar S. estaba en juicio por un caso de pornovenganza; con López había estado en pareja durante cuatro años y medio y al momento del crimen era su amante. Tres días antes del asesinato, Rosa debía declarar como víctima contra Óscar S., quien se desempeñaba como subinspector de la Guardia Urbana de Barcelona, en el juicio en donde lo acusaban de haber difundido en internet una foto sexual de ambos.