En un rincón paradisíaco de las Bahamas, lejos del ajetreo de la vida cotidiana, se encuentra la isla privada de Julio Iglesias, un refugio que el famoso cantante adquirió en uno de los momentos más bajos de su vida, tras una profunda depresión que marcó un antes y un después en su existencia. Allí decidió festejar los 80 años de vida junto a su familia en un encuentro muy íntimo.
La propiedad cuenta con un helipuerto y un puerto transformándose es un paraíso terrenal en el que Julio Iglesias encontró consuelo y serenidad. En sus cerca de 30 hectáreas de extensión, se pueden encontrar playas de arena blanca, aguas cristalinas y vistas impresionantes del mar. Es un lugar donde el tiempo parece detenerse, y la paz reina en cada rincón.
La historia detrás de esta adquisición es conmovedora y nació en los años 80. Julio Iglesias atravesó una profunda depresión. En medio de la oscuridad, decidió buscar una nueva razón para vivir y encontró consuelo en la idea de poseer su propio refugio natural. Fue así como llegó a esta isla, que se convirtió en su lugar de curación. Allí grabó Libra, su álbum de estudio que fue todo un éxito.
¿Cómo son las habitaciones?
La isla cuenta con una villa espectacular y toques de estilo ibicenco. Los amplios ventanales permiten que la luz del sol bañe cada rincón, y las terrazas ofrecen vistas panorámicas que quitan el aliento. La piscina infinita se funde con el horizonte, creando la ilusión de que el océano y el cielo se encuentran en un abrazo eterno.
En los jardines de la isla, Julio Iglesias plantó una gran variedad de flores y árboles, creando un entorno natural lleno de color y vida. Aquí, el cantante encontró la paz que tanto necesitaba para sanar su mente y su espíritu. La música también está presente en cada rincón, con pianos de cola y guitarras dispuestos estratégicamente, listos para dar vida a las canciones que brotan de su corazón.