Dicen que el amor lo puede todo. Y eso es justamente lo que les ha pasado a la joven abogada Ana Soria y al diestro valenciano Enrique Ponce, divorciado de Paloma Cuevas, ahora pareja del cantante Luis Miguel. Tras varios años apartado de los ruedos, por decisión del propio torero, el matador de toros volvió el pasado fin de semana a enfundarse en el traje de luces para su reaparición por todo lo alto en una plaza donde al valenciano le quieren y respetan mucho, en Nimes, (Francia).
Nimes, cinco y media de la tarde en una jornada que desde primeras horas de la tarde ya prometía que iba a ser una gran corrida. Toros de Juan Pedro Domecq y un cartel de lujo que compartió con Alejandro Talavante y David Galván, un regreso por todo lo alto donde hubo muchísima expectación.
En las gradas una persona muy especial para Enrique Ponce y su fiel seguidora, su talismán, su novia Ana Soria que quiso estar junto a él en este importante día de su regreso a los ruedos. Fue después del diestro, la otra gran protagonista de la tarde, pues todos los focos y miradas estaban puestas en la joven que hace tres años le robó el corazón al torero valenciano. En la plaza hubo momentos inolvidables y que quedarán en el recuerdo de la pareja para siempre.
Enrique Ponce le dedicó uno de los morlacos que el toreó a Ana Soria
Ana Soria, que mostró con su presencia en el coso taurino, todo el apoyo a su chico, vivió con mucha emoción el momento en el que Enrique Ponce le dedicó uno de los morlacos que el toreó en la jornada del pasado viernes lanzándole la montera. Su novia recibió este cariñoso gesto por parte del torero de una manera muy entrañable y ella quiso agradecerlo de una manera muy especial y cariñosa. Desde la grada, donde también se encontraban los padres de la joven y su hermano, le mandó un discreto beso delante de todos los asistentes. Un guiño que viene a demostrar que la relación entre la pareja está más fuerte y consolidada que nunca. Que el amor está igual de intacto que el primer día, que están encantados y muy enamorados. Las imágenes desde luego hablan por sí solas.
Enrique Ponce y Ana Soria vivieron un tsunami mediático y fueron sometidos a un linchamiento cuando el diestro se separó de la empresaria Paloma Cuevas. Vivieron unos meses horribles pero tras la tempestad llegó la calma y ahora la pareja vive tranquilamente en Almería, donde el torero fijó su residencia junto a su joven novia y donde es muy feliz. Ahora centrado en su regreso a los ruedos y tras su reaparición en Nimes, vive plenamente para su preparación física y mental de cara a los próximos compromisos profesionales.
El maestro Enrique Ponce tiene firmadas corridas en Sevilla y Madrid. Se cortará la coleta el 9 de octubre en un lugar muy especial para él como es la plaza de toros de Valencia, su ciudad natal. Un año lleno de emociones donde el torero no estará sólo, lo vivirá y compartirá con la persona con quien comparte su vida y por la que dejó todo.
La joven, que días antes del regreso de Ponce a los ruedos, se mostró nerviosa ante este importante acontecimiento, quiso dedicarle unas palabras en sus redes sociales con un significativo mensaje: “Se me acelera el pulso cuando pienso en lo poquito que queda…para verte brillar de nuevo”.
Las palabras de Enrique Ponce en la plaza de Nimes
Una reaparición y despedida de Nimes del torero de Chiva donde la expectación fue máxima y que concluyó con una oreja en una plaza en pie en la que Enrique Ponce no pudo ocultar las lágrimas de emoción y que en agradecimiento a todo lo vivido en estas tres décadas dio una segunda vuelta al ruedo para despedirse de su público francés. Tras la gran ovación de los aficionados franceses Ponce agradeció todos estos años de confianza. “Tras tres años retirado me he encontrado muy bien en la plaza, he estado muy fresco y eso que los toros no lo han puesto nada fácil. He vuelto a sentir el cariño de la gente, haber vuelto a sentir la afición de Nimes en esta despedida ha sido muy emocionante e inolvidable. Me voy con ese cariño y con muy buen sabor de boca. Estoy muy contento y orgulloso de lo que he podido hacer en mi historia en Nimes”, fueron las emocionantes palabras del torero a un periodista.