Aunque apenas hay imágenes de Paloma Cuevas con Luis Miguel juntos debido a la máxima discreción de sus movimientos, la pareja es la viva imagen de la felicidad y están muy enamorados. Juntos forman un tándem perfecto y Paloma siempre que sus compromisos profesionales se lo permiten, intenta desplazarse allá donde este el artista para pasar tiempo con él.
Precisamente el pasado 28 de junio arrancó la gira por España del cantante mexicano en la ciudad andaluza de Córdoba, todo un guiño a su novia, dado que la empresaria nació en Córdoba y ahí quiso dar el pistoletazo de su tour que le llevará por un gran número de ciudades españolas. Panorama Hoy ha podido saber de buena fuente que Paloma Cuevas estuvo detrás del escenario para no restarle protagonismo a su novio que causo furor en la ciudad de los califas como así se conoce a la localidad andaluza.
La pareja llegó en el jet privado del cantante mexicano al aeropuerto de la localidad cordobesa entre fuertes medidas de seguridad y con un gran despliegue. El primer concierto era el viernes, pero Luis Miguel aterrizó en su avión privado junto a Paloma y las dos hijas de la diseñadora, Paloma y Bianca, nacidas de su relación con el diestro Enrique Ponce.
Las cenas románticas de Luis Miguel y Paloma Cuevas
La noche antes del concierto la empresaria le había organizado a su chico una cena en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad cordobesa, en el restaurante la Ermita de la Candelaria, donde ambos deleitaron algunos platos típicos de la gastronomía andaluza en una velada romántica y en un enclave tan bonito como es el casco histórico de la localidad cordobesa.
Y llegó el esperado día para que Córdoba diera la bienvenida al Sol de México, una llegada que fue tan apoteósica como inolvidable y que la diseñadora vivió en el backstage. Tras un concierto que duro apenas dos horas, Paloma y Luis Miguel tenían una cita en uno de los reservados de uno de los restaurantes más conocidos de la ciudad como es Bodega Campos donde además de degustar exquisitos platos, disfrutaron ya de la tranquilidad ajenos a los focos y miradas indiscretas.
Finalizada la cena, el cantante estampó su firma en uno de los toneles del recinto, gesto que el restaurante quiso agradecer compartiéndolo en sus redes. “Una noche inolvidable. Porque Bodegas Campos volvió a reunir, como hace décadas, a lo mejor de la cultura y el arte de España y del mundo en torno a una mesa. Gracias Luis Miguel por celebrar en la Casa el inicio de la nueva gira mundial y dejar tu firma para siempre entre a olor a vino de Montilla.
Y gracias Paloma Cuevas por ser la mejor anfitriona de Córdoba y de esta Casa que es la tuya desde hace tanto. Cantantes, actrices, guitarristas, diseñadores, cantaores…volvieron a sentir anoche el alma de estos muros centenarios”, con estas emotivas palabras agradecieron los propietarios de este emblemático lugar la visita del cantante mexicano a la ciudad.
Luis Miguel pasa el fin de semana con amigos y familia de Paloma Cuevas
Ya el sábado por la mañana Luis Miguel junto a Paloma se desplazaron hasta Valencia donde se casaba Natalia Santos, la hija de José Luis Santos y la joyera Cristina Yanes, íntima amiga de Paloma Cuevas. Un fin de semana maratoniano teniendo en cuenta que el Sol de México está en plena gira española.
Tras la boda en Valencia, el domingo tocaba Sevilla y hasta allí también le siguió Paloma que lo hizo junto a sus dos hijas y de su grupo de amigos más íntimo entre los que se encontraban Luis Alfonso de Borbón junto a su esposa, la venezolana Margarita Vargas que no quisieron perderse el impresionante concierto en el estadio de La Cartuja que el artista mexicano ofreció en la capital andaluza. Mucha expectación y en la que Sevilla se rindió a sus pies con todas las localidades vendidas nada más salir a la venta y donde más de 20.000 personas corearon los grandes éxitos de la carrera del cantante.
El cambio de Luis Miguel tras su noviazgo con Paloma Cuevas
Una gira que no ha podido tener mejor comienzo, dado que hemos visto el resurgir de El Sol de México que sin lugar a dudas desde que comenzó su relación sentimental con la que fuera su amiga desde la infancia, las cosas no pueden irle mejor. Ha recuperado la relación con su hija Michelle Salas, está mucho más cercano con el público y cuida todos y cada uno de los detalles antes de salir al escenario.
Y es que en todo esto ha tenido mucho que ver Paloma Cuevas, una mujer extremadamente familiar que siempre ha mostrado el valor de la familia como el pilar de su vida y su vida gira en torno a sus dos hijas, Paloma y Bianca y de sus padres, Victoriano Valencia y Paloma Díaz, que días antes del concierto en Córdoba tuvieron que visitar un centro sanitario debido a un contratiempo de salud pero a las pocas horas ya estaban de nuevo en casa y su hija pudo viajar tranquila y disfrutar de los conciertos que Luis Miguel ofreció tanto en Córdoba como en Sevilla.
Unos días que han sido mágicos y maravillosos para la pareja que tras dos años de discreta y estable relación siguen igual de compenetrados y quién sabe si en poco tiempo sonaran campanas de boda para la bella andaluza y el artista mexicano más aclamado de las últimas décadas. Sólo el tiempo dirá. Hasta entonces Paloma y Luis Miguel están viviendo una de las etapas más dulces y felices de sus vidas.