Pasaban las vacaciones estivales en Marbella, donde los Goyanes-Lapique cada año pasan los meses de verano. Su mujer, la aristócrata Cari Lapique, sus dos hijas, Caritina y Carla y sus cinco nietos, como a él le gustaba pasar el tiempo, junto a los suyos. Los nietos le habían dado una segunda juventud y cada día intentaba pasar y estar con ellos. Le daban vida. El pasado miércoles tras almorzar y haber estado jugando con sus nietos, el empresario Carlos Goyanes falleció de manera inesperada en su domicilio de Guadalmina, en la localidad malagueña de Marbella.
Su mujer había salido a Sotogrande, la exclusiva urbanización que se encuentra a unos cincuenta kilómetros de Marbella, junto a su hermana Miriam para pasar el día allí y hacer unas compras cuando su hija Caritina le avisó para comunicarle el fatal desenlace.
“Era el mejor padre y abuelo que se pueda tener. Estamos muy tristes, la verdad. Muchas gracias”, eran las palabras de su hija, completamente rota de dolor y abatida, al recordar a su progenitor con mucho cariño.
Carla Goyanes dedica emotivas palabras a su padre
Sin lugar a dudas una de las abatidas durante el funeral fue su hija pequeña Carla Goyanes. Con el rostro compungido y completamente rota, acudió junto a sus hijos y su marido, Jorge Benguria, quienes serán ahora un gran apoyo para ella. La benjamina de la casa tuvo fuerzas para hacerle un entrañable homenaje a su padre en las redes y le dedicó unas emotivas y bonitas palabras acompañado de un vídeo que hace un recorrido por los momentos más hermosos y felices que han vivido junto a Carlos Goyanes:
“Papá, no te haces una idea de lo que te vamos a echar de menos. Eres el mejor padre y abuelo que se pueda tener. Y no porque lo diga yo sino que cualquiera que te haya conocido de verdad lo sabe. Ahora mismo soy incapaz de imaginarme una vida sin ti. Ojalá pudieras ver lo bonito que ha sido toda la gente que desde el primer momento ha estado a nuestro lado consolándonos y a la vez conmocionados por haberte perdido tan de repente. Todos tienen buenos recuerdos de ti, tus distintas etapas de la vida y disfruto escuchándoles. Todos coinciden en lo bueno que eras, lo auténtico, genial y transparente, lo divertido especialmente la devoción que tenías por tu familia. Sin tonterías. No sólo nos han mostrado el cariño que nos tienen, sino el que te tenían a ti. Me hace muy feliz saber que te has ido rápido y sin sufrir aunque me duele no haber tenido tiempo de despedirme. Te has ido disfrutando de las vacaciones con tu familia y en paz. Te queremos y nunca te vamos a olvidar. Gracias por todo lo que me has dado a mí y a mis hijos. Siento que no hayas podido disfrutar más tiempo de tus nietos como te hubiera gustado, como esperabas hacer. Descansa en Paz”.
Su gran amigo, el periodista José María García también quiso tener unas emotivas palabras para su ‘hermano’ al que estaba muy unido y al que va a echar mucho de menos. Una ausencia que deja un gran vacío a toda su familia y amigos que lo han querido recordar con un gran cariño. “Muy triste. Era mi hermano, pero he pensado que es una muerte ideal para el que se muere. No estás en un hospital… Él se acostó tan tranquilo con su nieto, se levantó porque el nieto se tenía que ir a jugar al fútbol, se volvió a meter en la cama y así se quedó. Pero para los que se quedan sí es difícil y complicado”, explicó emocionado el periodista radiofónico.
Tanto la viuda, la aristócrata Cari Lapique como sus dos hijas, Caritina y Carla, han estado arropadas en estos difíciles y tristes momentos por familiares y amigos que se desplazaron hasta el tanatorio de San Pedro de Alcantara (Málaga) en la tarde del miércoles para trasladar sus condolencias a la familia Goyanes-Lapique completamente rota y desolada tras esta inesperada y repentina pérdida.
Cari, su amor durante cinco décadas, ha vivido por y para su familia y en los últimos años estaba dedicada a su marido, que había dejado de fumar tras sufrir una operación donde le colocaron unos stent y llevaba una vida bastante organizada y sana. Ahora serán los cinco nietos de Cari los que le ayuden a sobrellevar esta ausencia, dado que los niños son la alegría de Cari como también lo eran de Carlos Goyanes, que se desvivía por ellos y a los que adoraba.
Ya el jueves, en la misa de funeral, hemos podido ver a la familia de Carlos Goyanes muy afectada, entre lágrimas que han intentado reprimir con el apoyo de todos los que han asistido a la misa celebrada en la Iglesia de la Inmaculada Concepción, en la exclusiva urbanización de Guadalmina. Hasta allí se han desplazado un gran número de amigos y familiares de los Lapique-Goyanes. Una de las primeras en llegar hasta las inmediaciones de la Iglesia fue Miriam Lapique, hermana de Cari, a quien está muy unida y quien ahora será un gran apoyo para su hermana, desolada tras la pérdida de su marido. La viuda de Alfonso Cortina, llegó acompañada por su hijo Felipe, visiblemente afectada. Hace tres años ella tuvo que enfrentarse, en plena crisis sanitaria, a la pérdida de su marido. Durante todo este tiempo ha contado con el cariño y apoyo de su hermana y ahora es a ella a quien le toca estar pendiente de su hermana.
El periodista José María García, junto a su hijo José María y su nuera, la modelo Ariadne Artiles, Isabelle Junnot, marquesa de Cubas, el empresario Rosauro Varo, la presidenta de Starlite, Sandra García-San Juan, la diseñadora Inés Domecq junto a su marido Javier Martínez de Irujo Hohenlohe, amigos de las Goyanes-Lapique, Maribel Yebenes, Nuria González, viuda de Fernando Fernández-Tapias e íntima de Cari Lapique, entre otros, quisieron dar su último adiós al empresario y apoyar a su viuda e hijas con su presencia.
Y es que la muerte de Goyanes ha dejado desolada y sumida en una profunda tristeza a su viuda, hijas y cinco nietos. Al igual que a sus amigos más cercanos, a los que también les ha pillado por sorpresa. “Dios le ha ayudado y le ha regalado esta muerte”, aseguró una de sus hijas ante la muerte, que se produjo mientras dormía plácidamente en su casa de Marbella.
Recordar que Carlos Goyanes y Cari Lapique se casaron el 20 de septiembre de 1975 en la parroquia de la Virgen Madre de Marbella, le faltaba justo un año para cumplir las bodas de oro. Pero previamente en el año 1969 el ex productor había contraído matrimonio con la niña prodigio Pepa Flores, más conocida como Marisol. El enlace matrimonial entre el empresario y la actriz fue uno de los acontecimientos más importantes de la época, que llegó a congregar a más de 4.000 personas a las puertas de la madrileña iglesia de San Agustín. Marisol tenía 21 años y él, 23
Desde Panorama España nos sumamos al dolor de la familia. D.E.P.