Los estudios médicos actuales indican que la vitamina D es un micronutriente esencial que ayuda a prevenir la diabetes tipo 2. Y aunque no lo es todo, es una buena medida de protección. Al menos así lo demostró en su capacidad para sumarle al sistema inmunitario para combatir la covid-19.
Elemental para la buena salud de la piel y los huesos, la vitamina D no solo tiene efectos esqueléticos, sino también con otros órganos. Así lo asegura un estudio de la revista española de Endocrinología y Nutrición, que trabajó en la relación de la vitamina D y la diabetes. El estudio indica que el receptor de la vitamina está presente en multitud de tejidos y células, generando la capacidad de producir este micronutriente de forma activa.
La vitamina D, que tan buena prensa tuvo durante la pandemia, se puede consumir como complemento dietario o son una simple exposición al sol. Y si bien los avances para determinar sus beneficios para tratar la diabetes aún no son concluyentes y falta mucho por investigar. Con estos argumentos, una pequeña dosis diaria de exposición al sol a nadie le viene mal.
Para los expertos más entusiastas, mejorar los niveles de vitamina D en la población serían un buen índice para prevenir la diabetes. Una pista de ello es que la vitamina D mejora el pronóstico de pacientes con diabetes mellitus tipo 2. Esto aporta una buena prueba a los trabajos publicados.
Como toda vitamina, el tipo “D” va más allá de la posibilidad de ayudar aprevenir la diabetes o a mejorar su tratamiento. La Fundación Española del Corazón se muestra a favor de la vitamina D, ya que también recomienda este micronutriente. Una dosis adecuada permite a las personas obtener una barrera y ser propensas a tener una enfermedad de tipo cardiovascular.