Primero es un estornudo, luego aparece cierta mucosidad y los ojos nos empiezan a lagrimear. Después vienen, inevitablemente, los comentarios. Unos dicen: “Es alergia, ya pasará”. Otros dicen: “Es un refriado, toma tal medicamento”. Lo cierto es que los síntomas entre un resfriado común y una alergia primaveral se parecen, pero se pueden diferenciar.
Estamos en primavera y es normal que haya cuadros alérgicos, pero primero debemos afirmar que nada tiene que ver una alergia con un resfrío, porque tienen origen distinto. Un resfrío es una enfermedad infecciosa causada por un virus. En cambio, en las alergias es el sistema inmune el que reacciona contra ciertos alérgenos (polen, polvo).
Hay maneras claras de diferenciar ambos cuadros con síntomas similares. Uno es la presencia de tos, con las alergias es muy poco frecuente que esto suceda. Otro es la presencia de fiebre, ahí no hay dudas, si sube la temperatura no es una alergia.
Por el contrario, hay síntomas muy similares. Uno de los síntomas compartidos es la mucosidad, que es en forma acuosa los primeros días. Sin embargo, en el caso del resfriado, esa mucosidad se va volviendo más espesa, persistente y puede cambiar de color a amarilla o verde. En el caso de las alergias, esa mucosidad se mantiene líquida y va y viene.
Otro síntoma que suele confundirse son los estornudos. En el caso de los resfriados es normal que se presenten eventualmente y que, a medida que avanza la enfermedad, se pase a una tos. En cambio, en las alergias los estornudos pueden aparecer y ser sucesivos, varios a la vez.
En tanto, otro síntoma que aparece en resfriados y alergias es el dolor de cabeza. En el caso de que sea una reacción alérgica, es probable que haya dolor de cabeza pero que sea eventual, esporádica. En cambio, en una persona resfriada es posible que ese dolor de cabeza se convierta en cefalea, y que sea un dolor más intenso y prolongado.