El mundo de la belleza recurre a decenas de alternativas naturales con las cuales ayudar al cuidado del cabello, la piel o labios, es por ello que no sorprende ver que cremas, bálsamos y un sin fin de productos cosméticos estén hechos a base de plantas u alimentos, ya que sus componentes son ideales para ayudar a una correcta hidratación o fomentar la suavidad, por poner algunos ejemplos. Ahora, el nuevo descubrimiento es la manteca de karité que se puede usar para casi todo.
La manteca de karité no es nada nueva y nuestras abuelas son expertas en su uso; sin embargo, su popularidad comenzó a aumentar en los últimos días, luego que la actriz Aislinn Derbez reveló en una entrevista que este producto es su mejor aliado para lucir una piel suave, así como unos labios hidratados. Su contenido en ácidos beneficiosos para la piel, así como en vitaminas A, E y F lo convierte en una de las mejores cremas hidratantes, regeneradoras, cicatrizantes, antinflamatorias y antienvejecimiento que vas a encontrar nunca.
Los usos de la manteca de karité, al igual que sus beneficios en el cuerpo, son muchos ya que es rico en antioxidantes y ácidos grasos, mismos que ayudan a prevenir el deterioro de la piel y los daños ocasionados por el clima, los rayos del sol e incluso la contaminación. Si tienes la piel seca, no lo dudes más, la manteca de kerité es ideal para recuperarla y que luzca radiante.
De acuerdo con sitios de arbolaria, se trata de un compuesto natural que se puede usar en el cutis y gracias a su alto contenido en vitaminas A y E, es decir, antioxidantes, ayuda a reducir las líneas de expresión y las arrugas para rejuvenecer la piel del rostro. La manteca de karité pura protege todo el cuerpo de los efectos del entorno: viento, frío, sol, etc. Además es muy recomendable tras la exposición solar como calmante cutáneo en caso de quemaduras.
Se trata de un producto ideal para pieles secas, la manteca de karité suele ser recomendada para personas que tienen problemas como la dermatitis atópica, pues entre sus propiedades también destacan antiinflamatorios con los cuales la irritación, inflamación y ardor de la piel se puede controlar, así como las antibacterianas que pueden ayudar a tratar el acné; sin embargo, la recomendación es siempre consultar a un profesional de la salud que determine si es la alternativa ideal según la afección que el paciente presente.