El acné es una afección de la piel que la mayoría de las personas experimentó en algún momento de sus vidas. Pero, existe una variante menos conocida pero igualmente molesta como acné inverso, también llamado hidradenitis supurativa. Esta condición puede ser dolorosa y puede afectar la calidad de vida de quienes la padecen. Aprender a detectarla y conocer sus opciones de tratamiento es fundamental para abordar este problema de manera efectiva.
¿Qué es el acné inverso?
Es una enfermedad crónica de la piel que se manifiesta como bultos dolorosos y abscesos en áreas de la piel donde se pliega o roza, como las axilas, la ingle, las nalgas y debajo de los senos. A diferencia del acné común, no está relacionado con la producción excesiva de aceite, sino que se origina en las glándulas sudoríparas y folículos pilosos obstruidos. Estas obstrucciones dan lugar a la inflamación, infección y formación de abscesos.
¿Cómo detectar el acné inverso?
La detección temprana es clave para el tratamiento exitoso del acné inverso. Aquí hay algunas señales de advertencia a tener en cuenta:
- Nódulos dolorosos: Si experimentas bultos subcutáneos que son dolorosos y tienden a llenarse de pus, especialmente en áreas de pliegues cutáneos, es una señal de alerta.
- Cicatrices recurrentes: La formación de cicatrices después de que los abscesos se rompen y drenan es común en el acné inverso. Estas cicatrices pueden ser profundas y desfigurantes.
- Recurrencia: El acné inverso tiende a ser crónico y recurrente, con episodios de brotes y remisiones.
Tratamiento del acné inverso
El tratamiento del acné inverso debe ser personalizado y supervisado por un dermatólogo. Algunas opciones incluyen:
- Cuidado de heridas: Mantener las áreas afectadas limpias y secas es fundamental. Aplicar compresas tibias puede ayudar a drenar los abscesos.
- Antibióticos: Pueden recetarse para controlar la infección y reducir la inflamación.
- Inyecciones de corticosteroides: En casos graves, se pueden administrar inyecciones de corticosteroides para reducir la inflamación y el dolor.
- Terapias biológicas: En algunos casos, se pueden recomendar terapias biológicas para el acné inverso moderado a grave.
- Cirugía: En casos graves y crónicos, puede ser necesaria para extirpar las lesiones y los conductos afectados.
- Cambios en el estilo de vida: La pérdida de peso, el dejar de fumar y el uso de ropa suelta pueden reducir la fricción y prevenir brotes futuros.