El ronquido es un problema común que afecta a muchas personas en todo el mundo. Si alguna vez compartiste una habitación o una cama con alguien que ronca, sabes lo molesto que puede ser. Pero, no solo es un problema para aquellos que comparten espacio con el roncador; también puede ser un signo de problemas de salud. Entonces, ¿cuándo debes preocuparte lo suficiente como para ver a un médico?
Este problema es el resultado del estrechamiento de las vías respiratorias superiores durante el sueño. A medida que el aire pasa a través de estas vías estrechas, provoca vibraciones en los tejidos blandos de la garganta, lo que produce el sonido característico del ronquido. En la mayoría de los casos, es inofensivo y se produce ocasionalmente debido a la posición del cuerpo al dormir o factores temporales, como la congestión nasal.
Pero, cuando se vuelve crónico y se asocia con otros síntomas, puede ser un indicador de problemas médicos más serios. Uno de los primeros signos de preocupación es la apnea. Este es un trastorno en el que la persona que ronca experimenta pausas en la respiración durante el sueño.
Estas pausas pueden durar desde unos pocos segundos hasta minutos y pueden ocurrir repetidamente a lo largo de la noche. Si alguien notó que tu ronquido se acompaña de episodios de este tipo, es fundamental que consultes a un médico.
Además, si se vuelve más fuerte, constante y se asocia con fatiga diurna extrema, dolor de cabeza matutino, dificultad para concentrarse y somnolencia excesiva, estos son signos de alarma. La combinación de ronquidos fuertes y estos síntomas puede indicar apnea del sueño obstructiva, que es un trastorno potencialmente grave que afecta la calidad de vida y la salud en general.
¿Cuándo visitar a un médico?
El ronquido también puede ser un indicador de otras condiciones médicas, como la obesidad, el hipotiroidismo, el uso excesivo de alcohol o sedantes, o el tabaquismo. En estos casos, tratar la causa puede ayudar a reducir o eliminar el ronquido.
Para determinar cuándo debes ver a un médico por tus ronquidos, considera la frecuencia y la intensidad de los episodios, así como cualquier síntoma adicional que puedas experimentar. Si tus ronquidos son leves y ocasionales, es posible que no necesites tratamiento médico inmediato. Pero, si es constante y se asocia con otros síntomas preocupantes, debes buscar la evaluación de un profesional de la salud.