El cerebro, ese órgano maravillosamente complejo, constituye una parte fundamental de nuestro ser. Con su peso de aproximadamente un kilo y medio y su voraz apetito por el 25% de la energía de nuestro cuerpo, mantenerlo saludable es esencial. Más allá de los ejercicios cognitivos, se ha descubierto que la actividad física también puede ser clave para optimizar su rendimiento y prevenir desgastes. En este contexto, un estudio científico destaca un ejercicio en particular que no solo beneficia al cuerpo, sino que también retrasa el envejecimiento cerebral.
La neurodegeneración y la importancia del ejercicio
A medida que envejecemos, la neurodegeneración progresiva se convierte en un factor que afecta nuestro cerebro. Aunque no existe un tratamiento curativo, el ejercicio emerge como una herramienta para prevenir y retrasar este proceso. Investigadores del Instituto de Investigación de Salud y Bienestar de la Universidad de Gales del Sur, en el Reino Unido, se han adentrado en el terreno de las actividades físicas que generan beneficios cerebrales. La clave, según el director del instituto, Damián Bailey, radica en aumentar el flujo sanguíneo al cerebro.
La sentadilla: un ejercicio inteligente para el cerebro
En este contexto, se destaca un ejercicio en particular: las sentadillas. Especialmente recomendadas para aquellos que no están muy en forma o no pueden realizar ejercicios intensos, las sentadillas se erigen como una opción valiosa. La sugerencia es incorporarlas tres veces por semana. Bailey explica que este ejercicio desafiante no solo trabaja contra la gravedad al ponernos de pie, sino también con ella al descender. Este cambio repetitivo en el flujo sanguíneo, afirma, estimula el endotelio vascular, el revestimiento interno de los vasos sanguíneos, para suministrar más sangre al cerebro.
El proceso es fascinante: al realizar sentadillas, el flujo sanguíneo al cerebro oscila hacia arriba y hacia abajo. Este cambio constante en el flujo parece tener un impacto positivo, estimulando al endotelio vascular a proporcionar más sangre al cerebro. Considerando que el envejecimiento a menudo lleva a un encogimiento del hipocampo, la parte del cerebro crucial para la memoria, las sentadillas se presentan como una estrategia inteligente para desafiar y proteger el cerebro.
Incluir las sentadillas en tu rutina puede ser un paso inteligente para preservar la salud del cerebro. Este ejercicio no solo fortalece el cuerpo, sino que también establece una conexión vital con la salud del cerebro. Tres veces a la semana, desafía a la gravedad, eleva tu flujo sanguíneo y cuida tu órgano más preciado: el cerebro.