SÍNDROME

Cómo usar el ‘síndrome de la chica con suerte’ para que solo te pasen cosas buenas

Este síndrome puede afectar la salud mental de las personas y está causando muchos problemas a nivel mundial.

Buena suerte.Créditos: Fuente: producción Panorama España
Escrito en ESTILO DE VIDA el

Existen diversos síndromes que pueden afectar a la personalidad de las personas, como el conocido "síndrome del impostor". Uno de los síndromes que se han puesto de moda es el "síndrome de la chica con suerte", el cual asegura que pensar que si te muestras positivo todo te irá bien puede llegar a ser muy dañino para tu salud mental. 

¿En qué consiste el "síndrome de la chica con suerte"?

Muchos influencers han impuesto este síndrome, el cual asegura que mostrarse en público como una persona exitosa o que tiene mucha suerte, los ayuda a llevar una actitud positiva en la vida diaria, y de esa forma se atraen cosas buenas. Es como si el universo te recompensara cada vez que piensas en positivo.

Síndrome de la chica con buena suerte. Fuente: Pinterest

Sin embargo los psicólogos aseguran que este síndrome puede causar muchos problemas en la salud mental de las personas que lo practican. Se trata, simplemente, de una falsa creencia según la cual "la actitud positiva genera efectos positivos por sí misma, por lo que las afirmaciones optimistas y los pensamientos de éxito atraerán un futuro prometedor", aseguran los expertos. 

¿Cómo influye este síndrome en las personas?

Si estas navegando por las redes sociales y te aparece la historia o una publicación de una influencer que te "refriega" su vida exitosa, tu cabeza automáticamente puede llevarte a pensar que si no te salen las cosas bien es por tu culpa, por no ser suficientemente positivo. 

Síndrome de la chica con buena suerte. Fuente: Pinterest

Sin lugar a dudas, la actitud que adoptas a la hora de ejecutar tus actos tiene una gran influencia en los resultados que obtienes. Sin embargo es un error pensar que siempre todo va a salir bien, o que todo tiene que salir perfecto. Hay que ser realistas. Abusar del optimismo es un error que se puede pagar muy caro. Como personas debemos aprender a desarrollar la tolerancia, la frustración y la incertidumbre.