Nuestros perros ocupan un espacio muy importante en nuestras vidas. Conocidos por su fidelidad, lealtad y compañerismo, ellos también necesitan de nuestra atención y cuidado. Al igual que los humanos, los caninos también pueden sufrir fiebre. A continuación te contamos cómo identificar el aumento de temperatura en su cuerpo y qué hacer al respecto.
A la hora de tener una mascota, debemos considerar que observar cómo se siente forma parte de su cuidado. Para saber si algo está sucediendo en ellos, es importante tener en cuenta diferentes puntos. A continuación te presentamos los cuatro pasos que son fundamentales para identificar qué sucede en el cuerpo de nuestro perro, si está teniendo fiebre y si es así, cómo tratarlo.
1. Controlar la temperatura corporal
Para saber si nuestro perro tiene fiebre, el uso de un termómetro es la forma más efectiva de poder identificarlo. La temperatura normal de nuestro can debería oscilar entre 38 y 39 grados celsius. Si el número es mayor al mencionado, significa que algo podría no estar bien en ellos. Recordamos que en algunas ocasiones la fiebre puede indicar la presencia de otra enfermedad.
2. Observar los cambios en su comportamiento
Al compartir tiempo con nuestra mascota, llegamos a conocer cuáles son sus gustos, preferencias y formas de reaccionar frente a diferentes situaciones. Un comportamiento distinto en nuestro perro, podría indicarnos que tiene fiebre o que algo está sucediendo. La falta de apetito, la poca energía y la apatía, pueden ser algunos de los cambios a tener en cuenta.
3. Revisar las encías y la nariz
Mirar las encías y la nariz de nuestro perro es un paso simple para descubrir si algo no está bien. Las encías saludables son de color rosa y además están húmedas. Si notamos que están más pálidas de lo normal o que además su nariz está seca y caliente, podríamos estar frente a un indicio que indique que nuestra mascota podría tener fiebre.
4. Verificar la respiración
Cualquier cambio en la respiración de nuestro perro, podría significar que algo está pasando en su organismo. Por eso es importante estar atento e identificar si se produce alguna variación en su respiración.
Si identificas que algo de lo mencionado le está sucediendo a tu perro, es importante que consultes a un veterinario ya que él podrá darte un diagnóstico más preciso. No olvides que la fiebre también puede causarle deshidratación, por eso es importante darle agua fresca y brindarle un espacio en el que pueda sentirse cómodo.