Es muy común que cuando nos damos un baño o una ducha, aprovechemos para lavarnos el rostro, e incluso muchas personas llegan a exfoliarse el rostro en la ducha. Sin embargo esta práctica ahora es criticada, y muchos expertos no la recomiendan, ya que la piel podría presentar irritaciones. En el siguiente artículo te explicamos los motivos.
¿Por qué no hay que lavarse la cara en la ducha?
Los expertos aseguran que cuando nos duchamos, por lo general, utilizamos agua caliente, su uso es beneficioso para el cuidado de cuerpo, ya que permite coger calor y activar nuestros músculos. De esta forma, la temperatura del agua puede ser dañina y generar irritaciones o resecar la piel.
Sin embargo, los expertos también destacan otro elemento a tener en cuenta: la diferencia de presión con la que sale el agua de los lavabos o la de la ducha, ya que no es la misma. El agua de la ducha ejerce una mayor presión, y puede resecar nuestra piel, dañando la capa de grasa y deshidratándola.
Además, no se recomienda lavar el rostro con el mismo jabón que usas para el cuerpo, ya que el mismo contiene ingredientes que pueden dañar la piel del rostro. Además, ese jabón se ha pasado por diversas partes del cuerpo y va absorviendo sudor, suciedad y otras partículas que pueden dañar la apariencia del rostro.
Siempre se recomienda lavarse el rostro afuera de la ducha, y utilizar no solo un jabón o productos específicos para la piel de la cara, sino que también deberás usar agua tibia, e incluso al final puedes aplicar un poco de agua fría. Posteriormente debes aplicar una buena crema hidratante, algún sérum o un producto para humectar la piel del rostro.