El Feng Shui es una antigua filosofía china que busca la armonía entre el ser humano y su entorno. Según esta disciplina, la forma en que distribuimos y decoramos los espacios influye en nuestro bienestar físico, mental y emocional. Por eso, es importante aplicar sus principios en nuestra habitación, el lugar donde descansamos y recargamos energía.
La clave del Feng Shui es el equilibrio entre los cinco elementos: agua, fuego, tierra, metal y madera. Cada uno de ellos tiene un color, una forma y una dirección asociados, y se relacionan con diferentes aspectos de nuestra vida. Para lograr una buena calidad de sueño y dormir bien debemos crear un ambiente que favorezca la relajación, la tranquilidad y la intimidad, evitando el exceso o la falta de alguno de estos elementos.
¿Qué elementos debemos tener en cuenta para decorar nuestra habitación según el Feng Shui?
La cama es el elemento más importante de nuestra habitación, ya que es donde pasamos la mayor parte del tiempo. Su ubicación, orientación y diseño pueden afectar a nuestro sueño y a nuestra salud y la filosofía del Feng Shui, pone especial atención a su ubicación, su sostén y la energía que puede fluir a su alrededor.
Según el Feng Shui, la cama debe estar situada en un lugar que nos permita ver la puerta, pero sin estar alineada con ella ni con ninguna ventana. Esto nos da una sensación de seguridad y protección, debe tener un cabecero sólido y preferiblemente de madera, que simboliza el apoyo y la estabilidad. El cabecero debe estar pegado a la pared y no debe haber nada debajo de la cama, para evitar bloquear el flujo de energía. La cama debe tener espacio a ambos lados, para facilitar el acceso y el equilibrio entre las parejas. Se recomienda colocar dos mesitas de noche iguales con dos lámparas suaves, que representan la armonía y la igualdad.
El orden es un aspecto fundamental para el Feng Shui, ya que refleja el estado de nuestra mente y de nuestra vida. Si nuestra habitación está desordenada y sucia, es probable que también lo esté nuestro interior y nuestro exterior. Por eso, es esencial mantener nuestra habitación limpia y organizada.
Los colores tienen un gran impacto en nuestro estado de ánimo y en nuestra energía. Por eso, debemos elegirlos con cuidado para crear un ambiente acogedor y relajante en nuestra habitación. Según el Feng Shui el azul, el verde o el morado, son ideales para las paredes, ya que aportan calma, frescura y creatividad. Sin embargo, no se deben usar en exceso, ya que pueden provocar tristeza o depresión. Los cálidos, como el rojo, el naranja o el amarillo, son perfectos para los accesorios, como cojines, alfombras o cortinas.