Sobrepensar es un acto que por momentos se vuelve habitual, pero que tiene pésimas consecuencias sobre nuestro estado de ánimo y salud mental. Lejos de actuar o recurrir a ideas positivas, repetimos pensamientos en bucle que terminan siendo los principales causantes de la ansiedad y el estrés. Consigue esa tranquilidad que tanto necesitas gracias a este truco para frenar aquellos razonamientos negativos en menos de 30 segundos.
El famoso overthinking es una acción por la cual se buscar ejercer un control sobre las distintas situaciones de la vida. Sabemos que repasar una y otra vez lo que sucedió no nos llevará a ningún lado, pero por momentos es difícil de evitar. De todas formas, dar muchas vueltas sobre un mismo asunto no nos dará ningún tipo de tranquilidad, sino todo lo contrario. Estrés, angustia, ansiedad, malestares físicos y emocionales, son algunas de sus consecuencias. Por esto, especialistas difunden técnicas para poder decirle adiós a esos pensamientos negativos que nuestra mente reproduce en bucle.
Cómo frenar los pensamientos en bucle
Si bien cada uno puede contar con sus propias técnicas, los expertos en el tema difunden dos poderosos trucos para ponerle pausa a la cabeza en menos de 30 segundos.
Respirar
Algo que parece simple, pero que en momentos de ansiedad puede convertirse en una misión imposible. Según investigaciones, los cambios en la respiración modifican el cerebro y ayudan a controlar el estrés. Simplemente tómate unos minutos y respira, concentrándote en lograr una respiración diafragmática para alejar las sensaciones negativas que generan los pensamientos obsesivos.
Para lograr esta respiración, debes inspirar lentamente por la nariz y luego espirar por la boca utilizando el diafragma y los músculos abdominales. Esta también es conocida como respiración abdominal o profunda. Repítela varias veces hasta que notes que tu cuerpo y mente comienzan a relajarse.
Date una orden
Desde pequeños estamos acostumbrados a obedecer y cuando nos damos una autoinstrucción, lo que estamos haciendo es decirle al cerebro que pare. Piensa que hablas con otra persona y quieres decirle "no". De esta forma debes actuar contigo mismo, repitiendo en un tono autoritario y creíble: "esto es solo un pensamiento, no una verdad". De esta forma verás como en 30 segundos pierdas la tensión y comienzas a recuperar tu estado de tranquilidad mental.