La salud bucal es fundamental para nuestro bienestar general, y el mal aliento es uno de los problemas más comunes que pueden afectar nuestra confianza y comodidad en el día a día. El mal aliento matinal, en particular, puede ser especialmente molesto y difícil de eliminar. Sin embargo, con algunos cuidados simples y hábitos saludables, es posible mantener la boca fresca y saludable durante todo el día. Aquí te presentamos 5 pasos efectivos para eliminar el mal aliento al despertar.
Mantén una buena higiene oral
Limpia tu lengua: Además de cepillarte los dientes al despertar y al ir a dormir, usar enjuague bucal e hilo dental al menos una vez al día, asegúrate de limpiarte la lengua también. La lengua, especialmente la parte trasera, alberga grandes cantidades de bacterias que causan mal aliento. Cepillarse la lengua funciona, pero un raspador de lengua especializado hace el trabajo aún mejor.
Mantente hidratado: Bebe mucha agua. El agua ayuda a enjuagar tu sistema, aumenta la producción de saliva, reduce las bacterias y puede ayudar a prevenir el mal aliento matinal. Y recuerda: solo el agua es agua. Eso no incluye bebidas saborizadas como café, té, refrescos, jugos o alcohol.
Hábitos saludables para una boca fresca
Desayuna y come durante todo el día: Adopta hábitos que ayuden a tu cuerpo a producir más saliva, como desayunar y comer bocadillos y comidas a lo largo del día. Masticar frutas y verduras crujientes, como manzanas y zanahorias, también puede ayudar con la producción de saliva y evitar el mal aliento. Chupar caramelos sin azúcar o masticar goma de mascar sin azúcar son otras formas de ayudar a que los jugos fluyan. Como último recurso, tu dentista puede recomendarte saliva artificial para combatir una boca especialmente seca.
Prueba técnicas experimentales: Varios estudios recientes sugieren que cambiar el microbioma de la boca puede reducir las bacterias que causan el mal aliento matinal. Específicamente, se descubrió que la administración de probióticos como Lactobacilli reduce la halitosis porque aglomera los espacios donde viven las bacterias que producen el mal olor.