Los orzuelos son protuberancias rojas, inflamadas y dolorosas que se forman en el borde del párpado. Aunque pueden ser incómodos, los orzuelos generalmente no son peligrosos y rara vez afectan la visión. Sin embargo, suelen ser molestos y pueden ser motivo de preocupación estética.
¿Qué son los orzuelos y cómo se forman?
Los orzuelos son causados por una infección bacteriana en las glándulas sebáceas o en las glándulas sudoríparas que rodean la base de los folículos pilosos de las pestañas. La bacteria más comúnmente asociada con los orzuelos es Staphylococcus aureus. Cuando estas glándulas se obstruyen, ya sea por acumulación de aceite, suciedad o bacterias, se inflaman y se infectan, lo que provoca la formación de un orzuelo.
Los orzuelos pueden aparecer en el borde interno o externo del párpado y se manifiestan como un bulto rojo y molesto. A menudo, se sienten sensibles al tacto y pueden causar picazón, ardor o sensación de cuerpo extraño en el ojo afectado. A medida que el orzuelo madura, puede llenarse de pus y desarrollar una cabeza blanca similar a un grano.
Cómo prevenir los orzuelos
La mejor manera de prevenir los orzuelos es mantener una buena higiene ocular. Lávate las manos regularmente con agua y jabón, y evita tocarte los ojos con las manos sucias. Es importante también evitar compartir toallas, maquillaje o cualquier otro artículo de uso personal con otras personas, ya que esto puede propagar bacterias y aumentar el riesgo de infección.
Tratamiento de los orzuelos
La mayoría de los orzuelos desaparecen por sí solos en unos pocos días o semanas, pero hay varias cosas que puedes hacer para aliviar los síntomas y acelerar el proceso de curación. Aplicar compresas tibias sobre el orzuelo varias veces al día puede ayudar a aliviar la inflamación y promover la cicatrización. También puedes utilizar gotas para los ojos lubricantes o ungüentos antibióticos de venta libre para ayudar a reducir la hinchazón y la irritación. Si el orzuelo no mejora en unos pocos días o si empeora, es importante consultar a un médico. En algunos casos, puede ser necesario recetar antibióticos tópicos u orales para tratar la infección. En raras ocasiones, puede ser necesario drenar quirúrgicamente el orzuelo para eliminar el pus y acelerar el proceso de curación.