La princesa Diana de Gales era conocida por su figura icónica y su belleza natural. Sin embargo, su entrenamiento físico también jugó un papel importante en su apariencia y bienestar. Según Carolan Brown, su entrenadora de pilates durante más de cinco años, Diana amaba el método pilates y trabajaron juntas para mejorar su fuerza del core, ya que había tenido dos embarazos y necesitaba fortalecer su suelo pélvico y músculos abdominales. Con ejercicios como la bicicleta y la tijera, Diana logró tener un abdomen tonificado.
Además de fortalecer su cuerpo, Carolan también trabajó en mejorar la postura de Diana. Como era alta, a veces se encorvaba un poco y el ejercicio Swan Dive, combinado con series para la espalda y los hombros, le ayudó a fortalecer su postura y a trabajar sus debilidades. Este ejercicio también ayudó a mejorar su autoestima y a tener una postura erguida y aplomo cuando estaba en público.
Otro de los trucos de Diana en su entrenamiento físico era la importancia de agendar sus sesiones de ejercicio como una prioridad en su lista diaria de tareas antes de sus compromisos reales. Esto le permitió cumplir con sus sesiones de entrenamiento y no posponerlas. Además de pilates, Diana también practicaba ballet desde su infancia y le encantaba ir a los ensayos del ballet nacional.
Es interesante la forma en la que entendía Diana la práctica de ejercicio más allá de los beneficios físicos. Para ella, tal y como nos cuenta Carolan, era importante agendar sus clases de pilates para no posponerlas. “Normalmente entrenaba con la princesa por las mañanas: era una prioridad para ella agendar sus sesiones en su lista diaria de tareas antes de tener el programa de sus compromisos reales”, afirma. Sin duda, hacer ese ejercicio de calendarizar el deporte es uno de los mejores trucos para no abandonar ni buscar excusas.
La princesa Diana de Gales seguía una rutina de entrenamiento físico enfocada en fortalecer su core, mejorar su postura y sentirse bien emocionalmente. Además de utilizar técnicas de pilates y ballet, Diana también se aseguraba de agendar sus sesiones de ejercicio como una prioridad en su día a día. Estos trucos le permitieron lucir una figura icónica y mantener su belleza natural.