Kate Moss es una de las modelos más exitosas del mundo. La británica modeló para firmas como Calvin Klein, Longchamp, Mango, Rimmel, Vogue Eyewear y TopShop, entre muchas más, pero poco a pocos sus contratos comenzaron a escasear debido a las adicciones que Moss comenzó a padecer.
Kate Moss tiene actualmente 48 años y recientemente le brindó una entrevista a la revista Vanity Fair donde aseguró que tuvo que buscar ayuda ya que sus glándulas suprarrenales y su sistema nervioso estaban ‘jodidos’. Las glándulas suprarrenales son aquellas que producen hormonas las cuales ayudan a regular el metabolismo, el sistema inmunológico, la presión arterial, la respuesta al estrés y otras funciones esenciales.
Moss asegura que una vez que decidió buscar ayuda para solucionar su problema renal, el libro titulado “El Libro Grande”, de Max Schmidt, le sirvió no tener miedo ante los cambios inminentes que se venían en su vida, y para aprender a valorarse a sí misma y a conocer sus defectos.
“Empecé a meditar todos los días, haciendo meditación trascendental, nadando salvajemente...Probé todo”, dijo Moss. El problema de las adicciones de Kate Moss comenzó en el año 2005 cuando la modelo fue fotografiando esnifando cocaína. Incluso las imágenes aparecieron en las portadas de muchos diarios y revistas a nivel internacional.
Incluso el DJ Fat Tony (y amigo de la modelo) aseguró que Moss había comenzado en el 2020 a mantenerse sobria para poder llevar un estilo de vida más saludable. Ahora Kate Moss se ha enfocado en promocionar su nueva línea de cosméticos y accesorios, la cual ha titulado ‘Cosmoss’. La modelo venderá sueros de belleza con CBD (una sustancia química de cannabis) y colágeno, infusiones y fragancias “sagradas” que prometen “equilibrar el cuerpo y el alma con el entorno natural y los ciclos circadianos”.