En los últimos años, cada vez más mujeres recurren a un popular estilo de toga llamada Hot Yoga o Yoga Caliente. Esta forma de practicarlo se originó en la India y desde hace un tiempo se ha ido extendiendo en diversos países occidentales, entre ellos España.
El método del Hot Yoga trae muchos beneficios y tiene sus parecidos con el Bikram Yoga en el sentido de que ambos se practican en salas climatizadas, pero en el caso del primero, el lugar debe estar especialmente calefaccionado lo que también permite que se puedan practicar otros estilos.
Para empezar a practicar Hot Yoga hay que tener en cuenta la temperatura del lugar en el que se va a practicar. Esta debe ubicarse entre los 35 y los 38 grados Celsius. Además, la humedad debe estar de alrededor del 40%. Esto permitirá que los músculos se relajen y provocará que sea más fácil lograr diferentes posturas.
Cuáles son los beneficios del Hot Yoga
El Hot Yoga trae varios beneficios a las personas que lo practican, por eso este método se ha convertido en algo tan popular en los últimos años. Por un lado, aumenta la flexibilidad, pero también mejora la circulación sanguínea y fortalece los músculos a través de cada postura.
Pero estos no son los únicos beneficios de practicar este método, ya que también ayuda a través del calor y las posturas a mejorar la concentración y olvidarse del estrés de la rutina diaria. Por si esto fuera poco, al transpirar en un ambiente calefaccionado colabora con la desintoxicación y el refuerzo del sistema inmunológico.
Qué hay que tener en cuenta para practicar el Hot Yoga
Si nunca se ha hecho Hot Yoga hay que tener en cuenta varios aspectos antes de la primera clase. El primero y muy importante es beber mucha agua durante el día y llevar líquidos a la clase. También usar ropa ligera, ya que serán muchos los movimientos y por lo tanto se transpirará y, finalmente algo muy importante, si nunca ha hecho yoga, antes consultar con su médico para evitar cualquier tipo de riesgo.