Aunque existen muchos mitos, tabúes y falsas creencias, en torno al ayuno, lo cierto es que el ayuno terapéutico es un tratamiento avalado científicamente, con muchos años de investigación, prescrito por doctores en países centro europeos como Alemania, Austria o Suiza.
El estudio científico más amplio a nivel internacional sobre el efecto del ayuno terapéutico, ha sido realizado bajo la dirección de la doctora Françoise Wilhelmi de Toledo y su equipo en la Clínica Buchinger Wilhelmi del lago de Constanza en cooperación con el profesor y doctor Andreas Michalsen, de la Clínica Universitaria Charité de Berlín.
El ayuno terapéutico tradicional está basado en una dieta diaria a base de sopas y zumos de frutas ecológicos (200 calorías al día), mucho agua con rodajas de limón y jengibre, infusiones y café si se tiene la tensión baja. Todo ello acompañado de ejercicio físico en un entorno que favorece el sosiego y la introspección.
El programa combina el seguimiento del ayuno terapéutico con la medicina integrativa y múltiples impulsos para el desarrollo de la personalidad y la mejora del estilo de vida. Por supuesto, bajo prescripción médica, con análisis de sangre antes y después del ayuno y con un equipo médico a tu disposición las 24 horas del día.
El ayuno terapéutico, aporta un conjunto de beneficios tanto físicos como mentales. Aprendes a desconectar, a relajarte, a apreciar los pequeños detalles al mismo tiempo que tienes más claridad mental porque depura tanto el intestino, como la mente. Cuando cesa la aportación externa de alimentos, el cuerpo pone en marcha el programa de autonutrición, activando la combustión de grasas (las reservas de grasa se movilizan para nutrir todas la células del cuerpo, incluidas, las del cerebro).