El swimming emerge como una práctica versátil en el repertorio del Pilates, ofreciendo un desafío completo para el cuerpo sin importar la edad o la condición física. Este ejercicio, centrado en el fortalecimiento del núcleo y los glúteos, es ideal para aquellos que buscan un método efectivo para tonificar mientras protegen la espalda.
El swimming en Pilates, a primera vista, puede parecer simple, pero requiere precisión para evitar lesiones y maximizar los beneficios. Desde la posición boca abajo, se busca la alineación adecuada del cuerpo, con énfasis en la elongación desde el centro hacia las extremidades, manteniendo una conexión fluida entre la respiración y el movimiento.
Beneficios del swimming de Pilates
El swimming no solo tonifica los glúteos, sino que también trabaja la zona lumbar y el núcleo, proporcionando una base sólida para una postura saludable y una movilidad mejorada en la vida diaria. Los músculos extensores de la espalda se ven especialmente involucrados, contribuyendo a la estabilidad y alivio de la tensión en el cuello y los hombros.
Además, el swimming fortalece los abdominales, incluidos los oblicuos, esenciales para mantener la estabilidad y prevenir lesiones. Al integrar este ejercicio en tu rutina, no solo mejorarás la fuerza y la tonificación muscular, sino que también cultivarás una mayor conciencia corporal y una postura más elegante y erguida.
Es importante poner a trabajar a tu core manteniendo la cabeza y el cuello trabajando como extensiones de la columna con el swimming. Protege su espalda baja manteniendo el coxis moviéndose hacia la colchoneta. Y mantén tu cara hacia la colchoneta; no estires ni fuerces el cuello tratando de mirar hacia afuera o hacia arriba.